Feminismo en forma de capa, por Concha Diéz

Las pasadas elecciones, Carmen Calvo, vicepresidenta del gobierno, lucía con orgullo una camiseta que rezaba: “yes, I’m a feminist”.

El movimiento por la igualdad vuelve a la actualidad gracias a una nueva oleada de mujeres y hombres que luchan por una sociedad más justa. Pero el feminismo no es algo nuevo, y en nuestro país no son pocos los ejemplos de mujeres que, a lo largo de la historia, han abanderado esta lucha.

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Una de esas mujeres es Concha Díez que, en plena dictadura franquista, viuda y con seis hijos a su cargo, se puso al frente de la Casa Seseña y fue pionera en adaptar la capa (hasta entonces reservada a los hombres) al armario de mujer.

Seseña es la marca de capas más antigua del mundo y una de la sastrerías más antiguas de Madrid. Fundada en 1901, se ha convertido en un referente mundial en esta prenda tan especial gracias a la calidad de sus tejidos, el mantenimiento de un sistema de producción artesanal y lograr la mezcla perfecta entre tradición y vanguardia.

Díez cambió el concepto de capa clásica que, hasta ese momento, había sido únicamente masculina. Con ello dio alas y libertad a todas las mujeres que se encontraban en su misma situación.

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Capa Nicole azul

Así nace en Seseña la capa de mujer, inspirada en la propia capa clásica y en los diseños franceses de la época, y cuya herencia sigue viva en modelos como Catherine, Nicole o Paloma, descendientes directas de las creaciones de Díez.

Mujer inquieta, amante de los viajes y de la cultura consigue plasmar en los diseños la necesidad de liberación y de independencia que no dejaba de ser un grito amordazado de todas las mujeres de la época.

Pese a la situación por la que estaba pasando, no le faltó coraje para sacar todo hacia adelante y hacer ver que la mujer es capaz de todo aquello que quiera al igual que el hombre. Ni más, ni menos.

Símbolo de igualdad y de respeto, Concha Díez involucra a uno de sus hijos, Enrique Seseña, con quien comparte sus pasos al frente del negocio familiar.

En 1965, Enrique toma los mandos después de haber interiorizado la visión femenina, moderna, tolerante y cosmopolita de su madre, parte inseparable del ADN actual de la marca.

A día de hoy se encuentra al frente de la Casa Marcos Seseña, quien no deja que el paso del tiempo elimine la lucha y el esfuerzo de su familia y, por supuesto, de su bisabuela Concha Díez, que consiguió dar un giro de 180º a la marca, dando voz a sus compañeras de lucha a través de la capa clásica española.

marcos

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